Durante los muchos milenios de evolución, los seres humanos hemos desarrollado una relación intima y compleja con el mundo de los microorganismos. Desde el nacimiento hasta la muerte, nuestro cuerpo es habitado por cientos de especies de bacterias y hongos. Algunos hacen del cuerpo humano su hogar permanente y otros residen en él solo temporalmente, aunque sean inocuos. En la mayoria de las personas sanas existen diez veces mas celulas microbianas que células humanas. De hecho, nuestra buena salud, se debe, en parte, a la relación con algunos microorganismos.
Los microorganismos que mantienen una relación estable con los seres humanos constituyen nuestra biota normal (flora normal). Estos microorganismos crecen y se multiplican debido a que están adaptados a vivir en el cuerpo humano. En la mayoria de los casos no causan enfermedades.
La biota normal solo habita en las superficies del cuerpo. Pero, anatomicamente, existen superficies externas e internas. Las superficies externas, como la piel, están en contacto directo con el ambiente y, por lo tanto, con los microorganismos. Las superficies internas están expuestas indirectamente al medio ambiente. Por ejemplo, los intestinos albergan los microorganismos que penetran en el cuerpo por la boca.
Las superficies corporales externas que poseen una biota normal de microorganismos incluyen la piel y la cubierta externa del ojo. La biota normal también habita las superficies internas de la nariz, la boca, el tracto intestinal, la vagina y la uretra . Los microorganismos que se encuentran en cualquier tejido del cuerpo (como el cerebro, el corazón, el músculo, o el hueso) no forman parte de la biota normal y pueden provocar enfermedades.
LA BIOTA RESIDENTE: Esta conformada por especies microbianas que se encuentran en el cuerpo humano a lo largo de toda la vida excepto en el embrión que es esteril. Son residentes permanentes.
LA BIOTA TRANSEUNTE: esta constituida por especies microbianas que pueden ser aisladas a partir de las superficies corporales en determinadas circunstancias, pero no están presentes como residentes permanentes, no forman parte de la biota normal.
LOS OPORTUNISTAS: Son microorganismos que causan enfermedad cuando se presenta una buena oportunidad. Normalmente, la oportunidad es un desequilibrio del sisteman inmunitario, es decir, de las defensas normales del cuerpo contra la infección. También puede ser resultado de un tratamiento médico, como sucede con el uso de antibioticos de amplio espectro (antibióticos que actúan contra una amplia variedad de bacterias).
LA BIOTA VARIABLE. La biota normal del cuerpo es permanente y relativamente estable, pero cambia con el tiempo. A medida que la persona crece y se desarrolla, su cuerpo cambia y por tanto se modifica el ambiente de su biota microbiana. Así, algunas especies desaparecen, mientras que otras nuevas se establecen. Por ejemplo:
BIOTA NORMAL Y SIMBIOSIS
El cuerpo y su biota normal viven en una relación simbiótica. La simbiosis se aplica a dos tipos diferentes de organismos que viven juntos. Los tres tipos principales de simbiosis son: el comensalismo, el mutualismo y el parasitismo, se diferencian en función del perjuicio o beneficio causado al hospedador.
Los microorganismos que mantienen una relación estable con los seres humanos constituyen nuestra biota normal (flora normal). Estos microorganismos crecen y se multiplican debido a que están adaptados a vivir en el cuerpo humano. En la mayoria de los casos no causan enfermedades.
La biota normal solo habita en las superficies del cuerpo. Pero, anatomicamente, existen superficies externas e internas. Las superficies externas, como la piel, están en contacto directo con el ambiente y, por lo tanto, con los microorganismos. Las superficies internas están expuestas indirectamente al medio ambiente. Por ejemplo, los intestinos albergan los microorganismos que penetran en el cuerpo por la boca.
Las superficies corporales externas que poseen una biota normal de microorganismos incluyen la piel y la cubierta externa del ojo. La biota normal también habita las superficies internas de la nariz, la boca, el tracto intestinal, la vagina y la uretra . Los microorganismos que se encuentran en cualquier tejido del cuerpo (como el cerebro, el corazón, el músculo, o el hueso) no forman parte de la biota normal y pueden provocar enfermedades.
LA BIOTA RESIDENTE: Esta conformada por especies microbianas que se encuentran en el cuerpo humano a lo largo de toda la vida excepto en el embrión que es esteril. Son residentes permanentes.
LA BIOTA TRANSEUNTE: esta constituida por especies microbianas que pueden ser aisladas a partir de las superficies corporales en determinadas circunstancias, pero no están presentes como residentes permanentes, no forman parte de la biota normal.
LOS OPORTUNISTAS: Son microorganismos que causan enfermedad cuando se presenta una buena oportunidad. Normalmente, la oportunidad es un desequilibrio del sisteman inmunitario, es decir, de las defensas normales del cuerpo contra la infección. También puede ser resultado de un tratamiento médico, como sucede con el uso de antibioticos de amplio espectro (antibióticos que actúan contra una amplia variedad de bacterias).
LA BIOTA VARIABLE. La biota normal del cuerpo es permanente y relativamente estable, pero cambia con el tiempo. A medida que la persona crece y se desarrolla, su cuerpo cambia y por tanto se modifica el ambiente de su biota microbiana. Así, algunas especies desaparecen, mientras que otras nuevas se establecen. Por ejemplo:
- Microbiota de la boca: Aparecen con el primer diente.
- Microbiota del intestino: Mientras el niño es amamantado son bacterias del ácido láctico que mantienen el intestino en un pH ácido e impide la invasión por bacterias que provocan diarreas.
- Microbiota de la vagina: En los fetos femeninos, los estrógenos de la madre difunden hasta la niña y provocan la sintesis de glucógeno, que servirá como fuente para el crecimiento de bacterias del ácido láctico (mientras la niña esté dentro de la madre). Después desde el nacimiento hasta la pubertad la vagina puede ser infectada, pero en ese tiempo la niña no suele tener relaciones sexuales, aunque el intestino sí se puede infectar. En la pubertad las bacterias del ácido láctico acidifican la vagina.
BIOTA NORMAL Y SIMBIOSIS
El cuerpo y su biota normal viven en una relación simbiótica. La simbiosis se aplica a dos tipos diferentes de organismos que viven juntos. Los tres tipos principales de simbiosis son: el comensalismo, el mutualismo y el parasitismo, se diferencian en función del perjuicio o beneficio causado al hospedador.
El comensalismo es una realción simbiotica en la cual una de las partes ni se perjudica ni se beneficia, mientras que la otra se beneficia. En este caso, el hospedador humano es el primero y el organismo comensal (que se beneficia) es el microorganismo. Las simbiosis comensales tienden a ser duraderas y estables. Generalmente son producto de una evolución extensiva. La estabilidad de las relaciones comensales las hace compatibles con la salud, que es un estado de equilibrio. En las relaciones comensales entre los microorganismos y los seres humanos, los primeros se benefician al disponer de un hábitat adecuado, asi como de nutrientes. La mayor parte de nuestra biota normal está constituida por microorganismos comensales. Entre ellos se encuentra Escherichia coli.
El mutualismo es una relación simbiótica en la que se benefician ambas partes. En la mayoria de los casos, el beneficio del mutualismo es escencial para ambas partes (ninguno puede sobrevivir sin el otro). Al igual que el comensalilsmo, el mutualismo es un tipo de simbiosis altamente evolucionada y extremadamente estable. Los rumiantes (vacas y otros mamiferos que vuelven a masticar la hierba ingerida) tienen una relacion mutualista con los microorganismos de su tracto digestivo que fermentan la celulosa. El rumiante es capaz de usar la celulosa como una fuente primaria de alimento, y el microorganismo obtiene nutrientes y un hábitat adecuado.
En el parasitismo, el hospedador es dañado por su compañero simbiótico y el parásito se beneficia. En medicina clínica, a los parásitos microbianos se les denomina patógenos, y el término parásito se reserva a los patógenos eucariotas que no son hongos (protozoos, gusanos y los insectos). El parasitismo es generalmente, una simbiosis inestable en la cual el hospedador muere o se defiende con éxito, eliminando el patógeno de su cuerpo. Esta inestabilidad indica que los dos organismos están mal adaptados a vivir juntos y, probablemente, han evolucionado conjuntamente durante un periodo de tiempo relativamente corto.
El mutualismo es una relación simbiótica en la que se benefician ambas partes. En la mayoria de los casos, el beneficio del mutualismo es escencial para ambas partes (ninguno puede sobrevivir sin el otro). Al igual que el comensalilsmo, el mutualismo es un tipo de simbiosis altamente evolucionada y extremadamente estable. Los rumiantes (vacas y otros mamiferos que vuelven a masticar la hierba ingerida) tienen una relacion mutualista con los microorganismos de su tracto digestivo que fermentan la celulosa. El rumiante es capaz de usar la celulosa como una fuente primaria de alimento, y el microorganismo obtiene nutrientes y un hábitat adecuado.
En el parasitismo, el hospedador es dañado por su compañero simbiótico y el parásito se beneficia. En medicina clínica, a los parásitos microbianos se les denomina patógenos, y el término parásito se reserva a los patógenos eucariotas que no son hongos (protozoos, gusanos y los insectos). El parasitismo es generalmente, una simbiosis inestable en la cual el hospedador muere o se defiende con éxito, eliminando el patógeno de su cuerpo. Esta inestabilidad indica que los dos organismos están mal adaptados a vivir juntos y, probablemente, han evolucionado conjuntamente durante un periodo de tiempo relativamente corto.
0 comentarios:
Publicar un comentario